miércoles, 26 de marzo de 2008

LA BUENA NOTICIA

Claro que Jesús de Nazaret trajo una buena nueva. En muchas dimensiones. La fé en su palabra le otorga una profundidad que no podemos sospechar, por lo menos yo, con mi cegueras. Pero dejemos la fé a un lado.

Una de las cosas que me llaman la atención de Jesús es que habla poco. La mayor parte de su vida fue silenciosa y oculta, oscura. Sabe escuchar. Y sabe hacer silencios. Hay silencios en su vida que son sobrecogedores.

La inteligencia nuestra, la de estos animales volubles que somos, a menudo enferma. La soberbia y los prejuicios son dos venenos potentísimos que impiden ver lo que está allí y se aparece con cierta evidencia. Cierta, nada más.

Para pensar.

Y más aún si la Universidad es, o pretende ser, la conciencia crítica de la vida colectiva o comunitaria, o como se le quiera llamar...

¡Vaya que pretensión! ¿Lo será algún día? En A. Latina y en Argentina?

2 comentarios:

Escritores de Basavilbaso dijo...

Estamos en la Universidad porque la valoramos como "llama" de las conciencias.
Ojalá el Señor de la Historia nos dé las fuerzas necesarias para no hablar en vano, no prolongar discursos para nada. Que nos infunda sabiduría para actuar calladamente, paso a paso, observando como Él lo hizo en su escasa vida pública, tan rica, tan comprometida, tan santa.

Florencia Pérez dijo...

Jesús amó a los demás como a sí mismo y nos dejó ese fundamental legado.
No sé si realmente podamos seguir ese ejemplo.
La humanidad responde a intereses que no coinciden con este valor.
La historia nos muestra infinidad de ejemplos en los que el hombre se traiciona a sí mismo traicionando a su hermano.
Sí creo que Jesús es un GRAN ejemplo de humanidad y amor y su silencio una gran enseñanza.
Si bien no somos perfectos esa luz es necesaria porque es un lugar al cual llegar y eso nos mantiene vivos y deseosos de ser mejores.
La univiersidad como institución es guiada también por hombres y con ellos, nosotros, vienen las grandezas, las miserias y el resto.
Importante es poder construírnos como sociedad libre y democrática para al menos escucharnos, respetarnos y seguir caminando.