martes, 22 de enero de 2008

Comentario al texto de Sergio González















Demás está decir, querido Amigo, que tu presencia, tu entusiasmo y preocupación constante, por nuestra vida universitaria llena de contenido a nuestro modesto quehacer, así como la de los Amigos Gabriela y Gerardo de Concordia, juntos a otros.
Respecto de nuestro Maestro, asiento completamente a lo que decís. Nunca nos deja de admirar su compromiso, su dedicación responsable y justa, que impide que la llama de su espíritu deje de arder en pródiga calidez y con una potente fuerza movilizadora y unificadora que pareciera captar “la totalidad de lo real”, y por ende, la totalidad de lo humano. Por ello, no son azarosas todas estas grandes experiencias que ahora podemos compartir junto a Uds. Veo que buenas razones nos unen; además de la acción continua, no debemos dejar de hacer el esfuerzo de comprender y ser parte de la “fuente”, participar de ella, que, en este caso, nos exige grandes esfuerzo de inteligibilidad. Me vienen a la cabeza unas palabras de un amigo de siempre de Máximo y, ahora, nuestro: “tras que somos pocos, tenemos que procurar siempre mantenernos juntos”. En mi breve compañía compartida con nuestro Maestro, pude ver en quienes hoy lo rodean, o mejor, lo abrazan (aquellos que supieron mantenerse cerca y siempre unidos) esa “vivencia” de la unidad intrínseca y esencial propia de toda comunidad auténtica; así como también, la paciente espera en un futuro humanamente mejor, que no es “utopía”.

Cueste lo que nos cueste, Amigos, podemos permanecer juntos en la escucha y en el diálogo vivo, aprovechando todas las riquezas que puedan acaso brotar de estos encuentros para la fundación de una Comunidad educativa auténtica, incorporando también, lo que ya tenemos.

Saludos.

Nacho.

4 comentarios:

Máximo Chaparro dijo...

Nacho, es verdad que pasamos una jornada muy buena. Tus palabras con respecto a mi son requetexageradas! Las tomo pues provienen de la amistad.
¿Qué sabe una ave nocturna, o un náufrago que ha estado a punto de ahogarse muchas veces?
Lo que dice Agustín acerca de la "SCIENTIA" et "TRISTITIA" es profundo.
Se trata de la "tristitia vitae", la tristeza de la vida. Es ocaso y hay sequía. La Vida chorrea "tristitia", pues todo se va, nada queda.
Y son hermosas las cosas de la vida, pero la verdad definitiva para las aves nocturas, es la dicha.
Creo que la "scientia" sin "la potencia del Amor" nos encadena en el inevitable sendero de la tristitia melancólica.
Un abrazo.
Máximo

Juan Ignacio Lugli (Nacho) dijo...

Suponía que te ibas a tomar asi el comentario... Y creo que es entendible.
Ahora, eso "de que la 'scientia' sin 'la potencia del Amor' nos encadena en el inevitable sendero de la tristitia melancólica" es muy fuerte. Sólo el peso de una experiencia en el Saber puede decirlo, y nosotros sólo conmovernos y pobremente atisbarlo.
Un abrazo a vos.
Nacho.

Máximo Chaparro dijo...

Querido Nacho y demás chamigos, en el comentario que he subido al texto tuyo, utilicé una expresión que puede generar algún tipo de confusión. Está al final del cuarto párrafo. Cuando hago referencia a la verdad definitiva de las aves nocturnas, estoy señalando lo que enuncié en el párrafo tercero. El término 'dicha', significa: antedicha, y no gozo o felicidad.

Nuevamente gracias por tus palabras de amigo.

Un abrazo

Máximo

Mariano dijo...

Me sumo a las palabras de Nacho, nosotros como tantos otros, hemos experimentado la presencia de un maestro, y nos sabemos privilegiados de alguna forma, de ahí nuestro siempre agradecimiento y vuelta a la admiración.

Resalto “tras que somos pocos, tenemos que procurar siempre mantenernos juntos” en este ámbito, el de la educación y el de la filosofía en nuestro caso, vocación o llamado que es inevitable para ciertas personas, es necesario contar con la liberación del dialogo verdadero.

Un abrazo