lunes, 19 de noviembre de 2007

VIAJE A GUALEGUAYCHÚ. PRIMERA PARTE: VIERNES 9 DE NOVIEMBRE.

Queridos amigos, el viernes 9 de noviembre, emprendimos junto a Máximo Chaparro y a Juan Ignacio Lugli, el viaje hacia su ciudad. Decidimos tomar la ruta que atraviesa el centro de la provincia hermana, el camino que une Crespo, Ramírez, Nogoyá, Basavilbaso, Urdinarrain y Gualeguaychú.

A medida que avanzamos en el recorrido, Máximo encontraba los pueblos en que había vivido cuando niño. Por lo que decidimos ingresar y realizar algunas paradas en varios de estos lugares.

El primer pueblo con que dimos fue Gilbert. Una tierra que se expande y pierde en el horizonte. Con construcciones de poca altura. Algunas casas; una iglesia medio escondida; campos; poca gente. Mucho espacio. Soledad.

En Glibert, visitamos el hospital donde falleció una hermana de Máximo cuando él tenía cerca de 5 años de edad. Nos comentaba que el frente de ese lugar se encontraba en las mismas condiciones desde hace 50 años.

Al salir de allí nos dirigimos a una especie de boliche – almacén atendido por un hombre de unos 80 años de edad. Persona de pocas palabras. Ha de haberse sentido algo asustado por la presencia de los tres 'extraños'.

Dejamos aquel pueblo que daba sensación de existir en una estría que distancia dos mundos. Sin embargo, muchas personas viven allí.

Mientras continuábamos nuestro viaje hacia Gualeguaychú, dimos con Escriña, otro de los lugares en que había vivido Máximo. Desde la ruta, él pudo observar su antigua casa. Para describirla en su estado actual, utilizo sus mismas palabras: una tapera. Solo quedan las ruinas de la antigua pensión. Sin techo. Sin piso.

A pocos pasos de la deteriorada estructura, se encuentran los rieles que forman la vía del tren. De eso nos contaba que vivía el pueblo en el pasado. Vimos unos caballos, algún gaucho observador y algunas casas. Salimos nuevamente a la ruta.

El nuevo objetivo era llegar a un pueblo llamado Irazusta. Lugar donde vivieran los abuelos de Máximo. Para llegar hasta allá, teníamos que entrar a Urdinarrain, tomar un camino de ripio hasta Parera. Desde allí, continuar por ripio hasta dar con el pueblo deseado. Y, desde este pueblo, salir por ripio hasta Larroque, para continuar nuestro viaje por asfalto hasta Gualeguyachú.

Ingresamos en Urdinarrain. Fuimos guiados hasta la salida que nos conduciría a Parera y, en este camino barroso por la lluvia, quedamos empantanados. Pudimos salir gracias a la gentileza y amabilidad desinteresada de tres entrerrianos. Hombres de ríos. Más fuertemente dicho, hombres de Entre Ríos, ‘donde un fresco abrazo de agua los nombra para siempre’ (parafraseo a José Ramón Pérez, pensador argentino que reside en Córdoba amigo y compañero de estudios universitarios de Máximo).

Viendo limitadas nuestras posibilidades para llegar a Parera y con el condicionamiento del correr de las horas, decidimos ir a Gualeguaychú.

Federico Agnello

9 comentarios:

Máximo Chaparro dijo...

Fede, gracias chamigo por hacernos recordar nuestras cosas. ¡Qué lindo, ché! Estos entrañables pueblitos entrerrianos, donde viví. crcú y aprendí. Ya aportaremos alguna observación sobre estos pueblos parecieran "abandonados", u olvidados, como Escriña, o Irazusta. Y sin embargo, ¡que bellos son! Nuestra existencia es valiosa y punto de partida de nuestro conocimiento.
¡Gracias, Fede. La seguimos!

adriana dijo...

somos adriana y josefa y hace un rato largo que estamos tratando de entrar a esto que para conocer de que se trata. vamos a tener que amigarnos con la tecnología sino nos va a dejar a pie

josefa dijo...

no sabia que Máximo habia vivido en gilbert. tengo parientes que han vivido toda la vida alli. que lindo saber que compartimos lugares comunes

Máximo Chaparro dijo...

Adrina y Josefa, es apasionante amigarnos con esta tecnología, pues estaremos comunicados, y podremos dialogar, más intensamente que de forma presencial, en un curso. Si yo aprendí esta tecnología, y esto de los blooger, ¡Para Ustedes es papita pá el loro!, como decíamos cuando éramos gurises.

Josefa, así que tenés parientes en Gilbert? ¡Que grande! Tengo mis recuerdos muy fuertes de Gilbert. Y lo quiero. La puerta de ese hospital es la misma de hace 59 años atrás, claro que más vieja nada más!. Pero la misma. Ya visitaré de nuevo Gilbert y bailaremos con la gente de allí. Recuerdo un baile, donde se bailaba el pericón. ¡Grande Gilbert!

Silvina Carraud dijo...

Nuestro ilustre copoblano, Carlos Mastronardi, en su "Luz de provincia" nos dice:

"Un fresco abrazo de agua la nombra para siempre;
sus costas están solas y engendran el verano.
Quien mira es influido por un destino suave cuando el aire anda en flores y el cielo es delicado (...)Conozco unos lugares que enternecen mi andanza y donde la provincia ya es encanto sin tiempo. Frondas, callados pueblos, suaves noches camperas".
Qué bueno rescatar nuestro lugar!!
Gracias por la calidez y la oportunidad del intercambio.

Federico Agnello dijo...

Es así como dices. La persona a la cual hice referancia en el texto, cita a Mastronardi... Donde utilizo el recurso de paráfrasis, es en las últimas tres frases.
¡Qué bueno conocer las raíces esta provincia hermana!
'Callados pueblos, suaves noches camperas'. Así ha de ser.
Saludos

Caro dijo...

Hola somos Carolina y Gabriela.

Pude entrar despues de largos intentos, por suerte ya esta por que soy bastante cuadrada para la tecnologia.
Bueno ahora si vamos poder ponernos en contacto y saber de que se trata esto asi que tengan pasiencia jeje
Estaremos en contecto. Saludos

Máximo Chaparro dijo...

CARO Y GABRIELA, ché, ¡muy bueno eso de reconocer las limitaciones! Pero pronto superarán la cuadratura con respecto a esta tecnología. Somos del siglo XXI y entrerrianos, para colmo! Ya verán, cuando rindan esta materia...nos enseñaran cómo usar en el aula estas tecnologias informaticas y de la comunicación
Mis saludos cordiales.
Máximo

Ana María dijo...

¡GRANDE! el poder "ser parte" tecnológicamente hablando... un "logro más" para este 2007. Me alegro muchísimo que transitaran nuestros caminos, se encontraran con gente hermosa ¡modestia aparte! y agrandada como buena entrerriana! Maximo ¡qué regalito al corazón!¿no? recorrer estos caminos como "gurí del siglo XXI...