viernes, 30 de noviembre de 2007

Un simple comentario a modo de agradecimiento.

Es asombroso ver, queridos amigos, su apego y amor por lo propio, por su tierra y sus frutos. Tengo que confesar que a este noble orgullo lo noto ausente aquí en mi dañada provincia. No sé si mis amigos coprovincianos opinarán lo mismo.

Expresiones como éstas nos animan y nos alivian el andar. ¡Admirable!. Tal vez así se aprenda a "estar" y a "ser". Gracias por compartir todo esto y por su ayuda.

2 comentarios:

Sergio dijo...

Nacho, es muy interesante lo que decís, pues uno, viviendo en determiado contexto, muchas veces no lo percibe con claridad.
Creo que sos un jóven brillante, seguro que muchos serán tus aportes para con nuestros hermanos.
La vida, con lento andar, a veces nos desgasta las ganas, nos provoca cierto "desencanto", y es cuando cobran especial importancia los gratos momentos, las alegrías, los grandes sueños que nos hacen vibrar el alma y entornar los ojos "creyendo".
En tu provincia conozco gente maravillosa, jugada, comprometida con la vida... y son mucho más que dos.
Si te puede ser útil, mirá, yo creo en vos, en tus utopías, en tu novedad. Ahora bien: ¿Vos crees en vos mismo? Santa Fe, si tu respuesta es afirmativa, ya es una excelente provincia, y por ese pequeño detalle comienza el cambio, que no se puede medir en términos humanos, sino de procesos históricos.
Cuando nos embarazamos de nuestra primer hija, nada era seguro, ni siquiera la posibilidad de conservar ese maravilloso milagro creciendo en la panzita dulce y amable de mi esposa... pero como dice la canción: "el amor es más fuerte", y más allá del miedo, las incertidumbres, aún del dolor vivido o por vivir, creímos que era posible, que jugarse vale la pena, que la vida sin riesgos carece de sentido.
Tenemos hijos porque creemos en un mañana, pero antes, porque creemos que nosotros podemos.
Nacho, en tu provincia, hace falta que tu creas, porque entonces nosotros encontraremos en tu "fe" la posibilidad de un futuro humanizado desde este presente de convicciones, principios y utopías.
Un abrazo y esta loca reflexíón no ha pasado tanto por la cabeza, sino por el corazón.

Angeles dijo...

Gracias por tus palabras Nacho. Y para variar que razon tenes Sergio